#PI# El amor de un padre es como una montaña, silencioso pero fuerte. Soportaste mi infancia con tus anchas espaldas y me protegiste del viento y la lluvia con tus manos ásperas. El tiempo ha esculpido arrugas en tu frente, sin embargo, ha escondido la fuerza más profunda en tu silueta. Cuando era joven, tocaba la luz de las estrellas mientras estaba sentado en tus hombros; a medida que crecí, estuviste detrás de mí, mirando mi futuro lejano. Esas preocupaciones no expresadas se han transformado hace tiempo en el faro de mi vida.
Querido Papá, gracias por no ser Superman, pero convirtiéndote en