El ladrón de ganado fue capturado y el magistrado del condado le dio tres opciones: una era multarlo con diez taels de plata, la otra era golpearlo con veinte tablas y la tercera era comer dos gatos de estiércol de vaca.
El ladrón ama el dinero, pero también odia el olor a estiércol, así que optó por golpear la tabla porque era joven y fuerte, pero no aguantó ni la mitad de los golpes y se cambió a comer estiércol de vaca. .
Tomas demasiados desvíos, solo porque siempre quieres tomar atajos sin pagar el precio.
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