El año pasado, leí más de veinte libros, tanto de ficción como de no ficción. Varios de esos libros fueron lecturas increíbles, otros me dejaron un poco decepcionado. Pero aprendí algo nuevo de cada uno que me ayudó a mejorar mi propia escritura.
Mientras leía, intenté prestar atención a cómo los autores implementaron los principios de narración, cómo manejaron las transiciones, cómo elaboraron sus frases de apertura y párrafos de conclusión, etc.
Cuando me encontré con un párrafo que me impactó por su elegancia, lo escribí. Eso me ayudó a estudiarlo a un nivel aún más profundo y absorber las técnicas del autor para la estructura y el estilo.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
El año pasado, leí más de veinte libros, tanto de ficción como de no ficción. Varios de esos libros fueron lecturas increíbles, otros me dejaron un poco decepcionado. Pero aprendí algo nuevo de cada uno que me ayudó a mejorar mi propia escritura.
Mientras leía, intenté prestar atención a cómo los autores implementaron los principios de narración, cómo manejaron las transiciones, cómo elaboraron sus frases de apertura y párrafos de conclusión, etc.
Cuando me encontré con un párrafo que me impactó por su elegancia, lo escribí. Eso me ayudó a estudiarlo a un nivel aún más profundo y absorber las técnicas del autor para la estructura y el estilo.
En la entrada de blog de hoy